Históricamente, se solía subrayar como objetivo de la alimentación de las vacas lecheras el repercutir positivamente en la producción láctea desde el punto de vista de la cantidad de leche producida por unidad de alimento (medido en peso o en términos económicos). Sin embargo, aunque éste puede ser uno de los fines principales en una granja lechera, una visión agro-ecológica de la alimentación ganadera subraya otras funciones a tener en cuenta y realizar simultáneamente:

• Optimizar el bienestar de la vaca:
- El buen desarrollo metabólico
- El buen desarrollo de la capacidad reproductora de la vaca
- El buen estado de la salud general de la vaca


• Optimizar las funciones positivas que el modelo alimentario puede tener en los equilibrios medio ambientales:
- Capacidad de mantener la biodiversidad florística y faunística agraria y natural
- Capacidad de disminuir el empleo de energías fósiles y ahorrar energía
- Capacidad de conservar el suelo
- Capacidad de ayudar a superar la crisis climática


Mariposa “mármol blanco”




• Optimizar la calidad de la leche (del queso y del yogur y demás productos lácteos) de la vaca y no solamente su cantidad: valor nutricional y sanitario para la población consumidora.
• Optimizar el grado de independencia técnica y económica que otorga al ganadero o ganadera
• Evitar impactos socio-económicos y ambientales negativos en terceros países

En el modelo agroecológico se trata de identificar el sistema de alimentación ganadera que permite cumplir simultáneamente todas estas funciones de la mejor manera posible, partiendo de la base de que las vacas tienen que cubrir determinadas necesidades para su desarrollo.

Índice